Como no podía ser de otro modo, la Ley de impuestos especiales afectó al sector de las nuevas bebidas espirituosas. Solo unas 60 destilerías escocesas habían funcionado públicamente, aunque se cree que muchas otras lo hicieron de forma ilegal. Pero cuando dejó de ser necesario traficar con la bebida ocultándose en la oscuridad y corriendo el riesgo de ser descubiertos, el whisky de buena calidad pasó a ser un producto mucho más accesible.
Teacher supo ver la oportunidad en los cambios de la legislación que permitían destilar el whisky legalmente. No obstante, fue la gran confianza que tenía en sí mismo lo que le permitió crear la que sería una de las marcas de whisky más importantes del mundo.
En 1830, William Teacher obtuvo una licencia para vender whisky en una tienda de ultramarinos del distrito de Anderson en Glasgow. La tienda pertenecía a la madre de su novia, Agnes MacDonald. William y Agnes se casaron en 1832 y abrieron su primera licorería en Picadilly Street, donde los clientes podían hacer un alto en el camino y disfrutar de un buen vaso de whisky. En 1836, al abrir su segunda tienda, William obtuvo una licencia para vender whisky embotellado. Con el rápido crecimiento de la población de Glasgow (el doble desde el cambio de siglo), Teacher no tuvo que esperar mucho tiempo para poseer una cadena de casi 20 licorerías donde los clientes se podían sentar a tomar sus chupitos o comprar una botella para llevar.
En los primeros años de la industria del whisky, los comerciantes como William Teacher tenían acceso a un suministro constante de whiskies puros de malta y de grano procedentes de toda Escocia. Cuando se aprobó la ley de bebidas espirituosas en 1860, William Teacher pudo experimentar y crear legalmente su propio whisky para venderlo en sus licorerías. Fue en esa época cuando elaboró un whisky con un contenido de malta turbada especialmente elevado. Tenía un sabor tan intenso y un perfil aromático tan exclusivo que a Teacher le pareció la perfección en sí misma y lo consideró lo suficientemente bueno como para llevar su nombre. Y así nació Teacher’s Highland Cream.
Cuando falleció William Teacher en 1876, tan solo 15 años después, su segundo hijo William Junior y su hermano menor Adam se encargaron de mantener vivo el espíritu de su padre. La empresa pasó a llamarse William Teacher & Sons Ltd y sus incursiones en el negocio de la exportación serían clave para el crecimiento de la compañía.
Las primeras exportaciones salieron del Reino Unido en 1878 con destino a Nueva Zelanda y poco después comenzaron a realizarse envíos a Noruega, Italia, las Antillas, Australia y Tailandia. Fue en esta época cuando los comerciantes empezaron a reconocer el valor de un licor envejecido en barricas de roble durante cierto tiempo. Como los barcos que viajaban al extranjero necesitan pesas o lastre para estabilizarse, Teacher's optó por transportar los barriles de whisky a Australia por mar y traerlos de vuelta a Escocia. El peso del whisky se utilizó para estabilizar los barcos, pero lo más importante es que el licor disponía de tiempo suficiente para envejecer. Hasta entonces, la empresa dependía totalmente del suministro de whisky de destilerías ajenas, pero Adam Teacher iba a cambiarlo todo.
En 1895, Adam Teacher dio un gran paso al comprar terreno en Aberdeenshire, en el punto más elevado de la línea ferroviaria del norte, a casi 200 m por encima del nivel del mar.
La proximidad de la línea ferroviaria fue fundamental ya que permitió el transporte de materias desde Glasgow hasta esta zona remota de Escocia. El trabajo de construcción de la destilería comenzó en 1897, pero Adam falleció justo un año después y no llegó a verla acabada.
Durante muchos años, la destilería funcionó con un único par de alambiques, que se duplicaron en 1955 y de nuevo en 1974. En la actualidad, la destilería dispone de ocho alambiques de cobre con una forma exclusiva, mientras que el agua se sigue trayendo de los manantiales de Knockandy Hill a 460 metros de altitud.
La capacidad actual es de cinco millones de litros anuales aproximadamente, lo cual es mucho whisky. Es difícil imaginar lo que habría llegado a hacer William Teacher con una cantidad así.
GALERÍA DE LA DESTILERÍA »El mercado del whisky escocés a principios del siglo XX parecía sólido, pero los buenos tiempos no duraron mucho y el número de destilerías en activo pasó de más de 150 a unas 15. La depresión económica, el Movimiento por la templanza, la prohibición estadounidense y el aumento de los impuestos en el Reino Unido contribuyeron al cambio de rumbo. Fueron épocas difíciles para todos, no solo para los proveedores de whisky.
Sin embargo, la situación cambió y en 1933 con el final de la prohibición, se reanudó el comercio legal con Estados Unidos y fue ese mismo año cuando Teacher's envió su primera remesa en el Cunard Steamer Scythia. El crecimiento de la empresa siguió su curso y en 1960 adquirió la destilería de Glendronach y, dos años más tarde, construyó unas nuevas instalaciones de mezcla en Glasgow.
En 1972, las ventas anuales de Teacher's solo en el Reino Unido superaron el millón de cajas por primera vez. En 1976, Allied Breweries absorbió Teacher's y a finales de la década de los 80, Teacher’s Highland Cream ocupaba el segundo puesto en la venta de mezcla del Reino Unido con más de 150 mercados de exportación y un notable éxito en India.
Continuaron las pruebas con nuevas mezclas de whisky y en 1997 Teacher's lanzó el Teacher's 50 para conmemorar los 50 años de la independencia de India. En 2010 y 2012, se incorporaron a la cartera Teacher’s Origin y 25YO. Allied Breweries cedió todos sus activos de productos espirituosos y Jim Beam absorbió Ardmore y la marca Teacher’s. En 2014, fueron adquiridos junto con otros activos de Beam por Suntory Holdings de Japón.
Para crear un whisky escocés de mezcla galardonado se necesitan años de experiencia y un gran conocimiento de las destilerías y los whiskies. El maestro mezclador selecciona y elabora la composición de los whiskies puros de malta y de grano para crear un exclusivo perfil de sabor. La malta de Teacher's se ahúma con turba, proceso que confiere a nuestro whisky su intenso sabor y su color ámbar.